木曜日

2.0

la palabra se nombra maravilla

SOY palabra. Soy palabra hecha carne, soy verbo. Una parte de mí, algo importante es palabra. Es palabra dicha, es palabra de honor, es palabra. Palabra pura. Esto no es nada especial. Y sin embargo es prodigio. Todos somos palabras. Somos palabra. Nadie es dueño de las palabras, en todo caso ellas nos poseen.

Dios dijo hágase la luz y la luz fue hecha. A lo mejor es un cuento, a lo mejor dios no existe. Pero es un cuento hermoso. Un cuento que cuenta la historia de cómo se hizo la luz. La luz existe. La luz no es mentira. Existe cuando menos la palabra luz. La palabra que crearon los hombres. Y los hombres que utilizaron palabras fueron a partir de ese día personas.

Y dijeron cosas.
Contaron cuentos.
Vieron la luz y dijeron que Dios dijo que se hiciera la luz y que la luz fue hecha cuando dios lo dijo.
Se lo contaron alrededor de una hoguera una noche con voz muy queda. Para abrigarse los unos a los otros. Para sentirse cerca. Para tocarse por dentro.

E hicieron el amor. Y se multiplicaron. Y contaron historias a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Y estos a su vez. Y yo ahora.

Contamos cuentos porque somos palabras.
Porque el amor es palabras.

Soy palabra.
Pero no soy mentira.